La última vez que vino a México no estaba sola; estaba muy bien acompañada de su gran amor, Luis Miguel, de quien hoy guarda un bonito recuerdo. En esta ocasión, el país que Mariah conoció de la mano del intérprete la recibió con la misma calidez y cariño de siempre.
La controvertida cantante pop se ve muy tranquila y relajada. En sus ojos se nota un brillo especial, un reflejo del momento por el que está pasando: está iniciando una nueva etapa en su vida. Como parte de su rehabilitación emocional, hoy dedica gran parte de su tiempo a trabajar con fundaciones de beneficencia, como The Fresh Air Fund, que ayuda a niños de bajos recursos llevándolos de vacaciones a campamentos donde juegan y reciben orientación en cuanto a carreras artísticas. Por eso accedió gustosa a venir el mes pasado a cantar y a ayudar a recaudar fondos para el Teletón..
Hace mucho que no venías a México, ¿cómo te has sentido en este viaje?
Me gusta mucho este país. Ahora me ha sido realmente difícil salir a pasear, pero la he pasado muy bien.
¿Has tenido oportunidad de comer comida mexicana? ¿Cuál es tu platillo favorito?
Amo las fajitas de pollo; podría comerlas todo el día, pero tengo que cuidarme y seguir una dieta. No me puedo dar el lujo de comer muchas, pero me encantan.
¿Tienes amigos aquí?
Sí, tengo algunos amigos y conocidos en México. La gente de aquí es muy amable y respetuosa; se siente su calor. Eso me gusta. Tienen una cultura bellísima.
Cuando se le pregunta por Luis Miguel, Mariah no exterioriza sus sentimientos, como si su noviazgo con el intérprete mexicano hubiera sido algo irrelevante en su vida. Pero no es así. Por todos es sabido que al final de su idilio la cantante la pasó mal, y que cuando Micky decidió finiquitar la relación, ella cayó en una crisis nerviosa y emocional muy profunda y tuvo que ser internada durante varias semanas en un centro de atención especializado.
En nuestra plática, Carey habla de Luismi con la mirada fija. Procura no hacer demasiados aspavientos. Mientras espera las preguntas de este tema se queda quieta y se concentra para responder con calma, para enfatizar que el dolor ha quedado en el pasado.
¿Qué recuerdos te trae México?
Muchos, cosas muy bonitas, momentos especiales. Es un país cálido y muy hermoso. Me trae lindos recuerdos.
¿Algún recuerdo de alguien en especial?
De mucha gente, del pueblo, de mis fans.
¿Y de Luis Miguel concretamente?
No tengo nada malo que decir en contra de él, al contrario: es una persona con gran corazón, muy talentoso; lo admiro y respeto mucho. Fue un momento de mi vida que llegó y ya pasó. Hay buenos recuerdos.
La vida de Mariah parece sacada de un cuento de hadas, por eso muchos la llaman “la Princesita” o “la Cenicienta.” Creció en un ambiente difícil, con mucha pobreza a su alrededor. Sus padres, Alfred Roy y Patricia, se divorciaron cuando ella tenía tres años de edad. La pequeña Mariah creció al lado de su madre, con quien todavía permanece muy unida, y sus hermanos Morgan y Alison. Esta última se hizo adicta a las drogas desde muy joven y luego contrajo el virus del SIDA. Desde hace varios años, Mariah ha tratado de apoyarla, pero las cosas con Alison han sido muy difíciles y hoy en día las hermanas no se hablan.
Además de sus problemas emocionales por desamor, el año pasado la cantante tuvo que pasar por uno de los momentos más tristes de su existencia cuando su padre, a quien dedicó su último disco, Charmbracelet, murió de cáncer.
Tu último disco se lo dedicaste a tu padre e incluiste una canción en su honor, “Sunflowers for Alfred Roy.” ¿Cómo era tu relación con él?
“Sunflowers” es una canción muy especial, es un regalo para mi padre. Para mí es muy difícil escucharla y hablar de ello — se le llenan los ojos de lágrimas —, porque su muerte fue una situación muy difícil. Nos enteramos muy tarde de que tenía cáncer, lo supimos al final. Fue impresionante, un momento de perdón de cosas pasadas. Aproveché al máximo los últimos momentos que pasé con él.
¿Qué queda hoy en ti de la niña que soñaba con cantar y ser famosa?
A pesar de que las condiciones de mi vida y mi estilo de vivir han cambiado mucho, creo que quedan las cualidades de la niña que todavía está tratando de encontrar algún tipo de paz.
¿Ha sido difícil encontrar esa paz?
La gente muchas veces interpreta mal mi vida en muchos aspectos. No soy la Cenicienta que muchos piensan, no soy una princesa sacada de un cuento de hadas. Tuve una niñez muy dura por el hecho de ser una mujer multirracial en Estados Unidos, lo cual es muy complicado. No había dinero, muchas veces no teníamos ni dónde dormir; éramos muy pobres. La música es lo que me ha salvado… mi fe y mi música.
Mariah Carey es hoy una de las cantantes de más éxito en el mundo. En la década pasada vendió más de 80 millones de copias, cosa que nunca hubiera imaginado antes de que Tommy Mottola la descubriera cuando tenía 17 años.
Un día Mariah fue a una fiesta con su cinta muestra en la cartera y logró entregársela al señor Mottola, en esa época presidente de Columbia Records. Tommy escuchó el casete en su limosina de regreso a casa y quedó tan impactado con la voz y el talento de la chica que se regresó a buscarla en la fiesta, pero ella ya se había ido. Mottola movió cielo, mar y tierra hasta que dio con la aspirante a estrella y lo demás es historia: el empresario se enamoró de la cantante de 23 años, dejó a su mujer y se casó con Mariah cuando él tenía 44 años.
El matrimonio Carey-Mottola duró cuatro años. Pero un día llegó el momento de dejar al primer amor, y Mariah siguió su camino. Vendrían muchas experiencias más en su vida.
Has vivido muchas cosas a pesar de tu corta edad — 32 años —. ¿Qué tan duro fue para ti el año 2001, cuando tu crisis nerviosa?
Fue muy difícil, pero pienso que hace cinco o seis años pasé por cosas mucho más fuertes, peores de las que viví en el 2001. No me lamento, no me mantengo en el negativismo, siempre trato de tomar una mala situación y hacer algo bueno de ella.
¿Eso hiciste en Charmbracelet, transformar las cosas negativas en cosas positivas por medio de tus canciones?
Sí. Mucha gente no tiene idea de que escribo casi todas mis canciones. Este álbum fue una experiencia de sanación; escribí acerca de todo lo que he vivido emocionalmente, lo saqué todo, es mi historia contada por mí.
La canción Clown es sobre una mujer que se enamora de un cantante exitoso. Tiene una letra muy especial. ¿A quién se la escribiste?
(Se ríe) Mira, como mujer he pasado por muchas situaciones en mis relaciones de pareja. Muchas veces eres amiga de alguien y esa persona le miente a la gente acerca de ti; hace ver las cosas de una manera distinta de lo que son en la realidad… Los que actúan así son personas solas y tristes; cuando se quitan la máscara, detrás del telón, son distintas, no son lo que demuestran a los demás.
Mariah está tranquila. Sueña con su príncipe azul, y cuando está sola en su cama, trata de no pensar mucho. No se pierde un capítulo de la serie de televisión The Sopranos y lee cada vez que puede. La lección más grande que aprendió a raíz del agotamiento físico que sufrió hace dos años por tanto trabajo fue sacar tiempo para si misma y para descansar todos los días. Ésa es su obligación autoimpuesta. Hoy busca rodearse de gente que no la estresa, de sus amigos, y disfruta al máximo la vida.