Fascinante Voz, Fascinante Belleza

De corista de Broadway a estrella mundial con 90 millones de discos vendidos.

¡Hola! Magazine
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¡Hola! (ES) May 6, 1999.

Si su bisabuelo paterno no hubiera cambiado el apellido de su hijo cuando, dejando Venezuela, llegó a Estados Unidos, Mariah Carey hoy se llamaría María Núñez, porque ése era el apellido del bisabuelo. Y si no estuviera dotada con la excepcional voz que tiene, acaso seguiría vendiendo hamburguesas y pizzas en el restaurante neoyorquino donde trabajaba cuando era una adolescente. No faltan también quienes dicen que, si no se hubiera casado con Tommy Mottola, presidente de Sony Music, de quien se ha separado en 1997, hoy no sería lo que es. Contra esto hay que argumentar, sin embargo, que antes de casarse con Mottola, su descubridor, ya era conocida en medio mundo por su álbum Mariah Carey. Por otra parte, está muy claro que su fama y su éxito han ido en aumento después de su divorcio.

Una cosa está muy clara: cuando se habla de Mariah Carey se está hablando de la mujer que más discos ha vendido en todo el mundo en la última década (noventa millones). Y algo está, asimismo, perfectamente diáfano: esta mujer, que une a su increíble voz una también increíble belleza, salió de la nada y hoy lo tiene todo, incluido ese magnífico piso que posee en Nueva York, con el que soñaba de niña: “Recuerdo — comenta — que cuando tenía cinco o seis años miraba con fascinación Manhattan desde la parte trasera de un coche y me decía: ‘Algún día yo viviré ahí, en uno de esos lujosos edificios’.”

Origen Afro-Irlandés

Pocos saben que esta mujer que está en la cumbre conoce como nadie las penurias de la vida. Hija de un venezolano de raza negra y de una irlandesa que fue cantante de ópera, Mariah Carey nació en Long Island en medio de estrecheces económicas. Ella cuenta: “Siempre me he sentido extraña en todas partes. Acaso eso se deba a que, por un lado, pertenezco a muchas razas y, en parte, también a que no he tenido dinero ni lo necesario cuando era pequeña.”

A los dieciséis años, Mariah aterrizó en la Gran Manzana, en Manhattan, compartiendo un minúsculo apartamento con unas amigas. Por las mañanas trabajaba en una hamburguesería y por las tardes vendía recuerdos para los turistas en Times Square. Y por la noche, en vez de irse a descansar, hacía de corista con la cantante Brenda K. Starr.

Fue precisamente la amistad que trabó con esta cantante la que le abrió el camino para llegar al presidente de Sony Music, Tommy Mottola, quien la descubrió en 1989, casándose con ella cuatro años después.

De su matrimonio, Mariah guarda excelentes recuerdos, a la vez que mantiene muy buena amistad con su ex marido. Eso no quita para que reconozca que su vida sentimental “estuvo siempre muy protegida,” dado que, cuando conoció a Mottola tenía diecinueve años y cuando se casaron, veintitrés.

Hoy, y tras una breve relación con la estrella del béisbol Derek Jeter, Mariah Carey vive un apasionado idilio con el cantante mexicano Luis Miguel, junto al que se le ha visto en Acapulco, Londres, París, Nueva York… Parecen hechos el uno para el otro. Sólo hay, acaso, un problema desde el punto de vista de la cantante: la popularidad de que ambos gozan, lo que en ocasiones, puede ser un inconveniente. A este respecto, Mariah, muy con los pies en la tierra, comenta: “En una pareja es complicado cuando uno de los dos es famoso, pero cuando resulta que son famosos los dos, entonces la cosa es más difícil precisamente porque se vuelve muy difícil poder tener algo privado.”

“Con una Madre que Estaba Sola”

Sin embargo, no tiene, al parecer, prisas por casarse. Por eso comenta: “Estoy viviendo mi libertad, decidiendo por mí misma, demostrándome también a mí misma que soy capaz de crecer personalmente libre de ataduras.”

A la pregunta de si le gustaría casarse de nuevo, Mariah responde: “Por supuesto. Pero no quiero volver a equivocarme. También quiero tener un hijo, pero con un padre al lado. He crecido con una madre que estaba sola al dejarla mi padre y sé lo que es eso. Por lo tanto, en su día tendré un hijo, pero siempre dentro de una relación conveniente, una relación estable y duradera. Mi gran sueño es tener un día una familia unida. Y lucharé por que sea así.”

De seguro que lo conseguirá. Lo mismo que ha conseguido, en lo profesional, dos Grammy por su álbum Mariah Carey, un American Music Award por Unplugged y un European Music Award a la mejor intérprete femenina del momento. Y ahora, en 1999, todo le rueda bien. Ha logrado el Oscar por su canción “When you believe,” está enamorada y ha iniciado sus primeros pasos como actriz.