En el hotel Villamagna de Madrid, todo está preparado para la llegada de Mariah Carey. Los vigilantes colocan un último cordón de seguridad, porque la sala está abarrotada. Es una oportunidad única para poder ver a Mariah en su gira de promoción. Mientras, suena por los altavoces su single “Heartbreaker.” Y por fin llega el momento. Cuando pasa junto a nosotros, está radiante. Lleva una falda larga de cuero negro muy ajustada y un pequeño top, también del mismo color, con un escote espectacular. Además, está guapísima: sus ojos brillan de felicidad (como siempre que uno está enamorado), y cada vez que escucha su nombre levanta la mano para saludar. Justo antes de sentarse, escucha los piropos de sus fans: “¡Guapa! ¡Qué sexy! ¡Eres un bombón!”, dice el público que nos rodea. Mariah se sonroja, y llega el momento de contestar a los periodistas.
Antes de nada, estás realmente sexy y muy guapa. ¡Y cada vez vas con ropa más provocativa! ¿Por qué es?
Al principio de mi carrera me aconsejaron que fuera muy discreta con la ropa (hace un tímido
Gesto en el que se tapa su escote). Cuando empiezas, hay mucha gente que, aunque tenga una buena voz, si te haces fotos sensuales, no te toma en serio. Al final, dice que las carreras de esos artistas son efímeras. Por eso tenía que cuidar mi imagen. Pero ahora (dice contundentemente) ya he demostrado que soy una buena cantante y compositora, y nadie pone en duda si un disco mío es mejor o peor si enseño un poco más o menos las piernas o el escote… Además, en estos momentos estoy muy a gusto con mi cuerpo y con la ropa que llevo.
¿Y te gusta ser sexy?
¡Oooh! ¡Muchísimo! ¡Me gusta mucho mirarme al espejo y ver que gusto a los hombres.
¿Haces algo especial para mantenerte en forma?
¡Me cuido muchísimo! En cualquier lugar del mundo, y aunque sólo sea para estar unas horas, siempre pido una cinta de hacer footing. ¡Es lo mejor para tener unas piernas bonitas!
Hablemos un poco de tu último trabajo, Rainbow. ¿Por qué se llama así?
¿Os habéis parado a mirar alguna vez el arco iris? A veces, después de la lluvia, aparece (Mariah lo cuenta muy ilusionada). Está ahí, en el cielo, con todos los colores y todos juntos (la voz de Mariah suena cada vez más dulce). Pues así es mi disco. Hay un poco de rap, sentar su último de rhythm & blues, de pop, de soul… y todo unido, como en el arco iris.
Se te ve muy contenta, ¿te consideras feliz?
Es que hacía mucho tiempo que no me sentía así de bien. Este es el mejor momento de mi vida, mi época más feliz. ¿Y sabes qué? Eso se nota en mi último disco. Es la primera vez que no hay ni una canción triste en uno de mis álbumes.
Y… ¿tiene algo que ver Luis Miguel con esa felicidad?
Eh… (Mariah vuelve a sonrojarse y duda si contestar). ¡Qué apuro! (dice en bajito). Luis Miguel es una persona maravillosa y él… ¡me hace tan feliz! Aunque sé que vosotros habéis hablado de boda, ¡no hay nada de eso! Los únicos planes que tenemos son trabajo y… pasar juntos la noche del milenio.
¿Dónde lo pasaréis?
Es un secreto, porque no queremos pasarlo con todos vosotros (se ríe). Iremos a un lugar cálido, con sol, bonito y… ¡lo más romántico posible!
¿Hay alguna canción dedicada a Luis Miguel en este disco?
Bueno… No directamente, pero hay una balada preciosa en el disco que compuse pensando en él: “After Tonight.”
[En ese momento, un fan que se ha colado en la sala escribe en una hoja: “Yo también quiero hacer un pregunta. Mariah le mira, y a pesar del cordón de seguridad y los guardaespaldas, se dirige hacia él.]
“¿Quieres hacer una pregunta?” (le dice). “Porque (se levanta hacia él), ¿verdad que te has colado?” (pregunta con una gran sonrisa. El chico, cortado, no sabe qué decir).
“He visto que te habías colado, pero no he dicho nada, porque sé que eres uno de mis fans y… ¿sabes? Eso lo respeto mucho, yo también he sido fan…”
[El chico, con la voz temblorosa, hace por fin su pregunta: “Mariah, por qué no vienes en concierto? Sería un gran regalo para tus fans”]
“Oh, lo siento, pero no puedo, ¡no me queda tiempo! Tengo un proyecto de cine, tengo que componer canciones, tengo que hacer tantas cosas… ¡Me faltan más horas en el día! Lo siento mucho” (al ver la cara de desilusión que pone su fan, Mariah se entristece). “¡Ya sé! Cuando acabemos, dale tu nombre y tu teléfono a ese chico de seguridad. La próxima vez que venga a cantar, estarás en primera fila con un ramo de flores. ¡Te lo prometo! Pero por favor, no os enfadéis conmigo” (añade muy tierna).
Has hablado de proyectos de cine, ¿cuáles son?
Es una idea en la que yo he participado. Tengo un papel junto a Chris O'Donnell (En el amor y en la guerra). La peli se llama El soltero.
Has comentado que tú también has sido fan…
¡Sí! Yo siempre he sido fan de las grandes cantantes de soul, y sobre todo de Aretha Franklin. En la grabación de Divas, de la cadena VH1, pude conocerla. Nunca la había visto y tenía que cantar un tema con ella. ¡Estaba nerviosísima! Cuando me la iban a presentar… ¡Dios mío! Me quedé paralizada y no fui capaz de decirle nada.
Eres la artista que más discos ha vendido en la década de los 90, tienes un novio que te adora… ¿Qué más le pides a la vida?
Sé que soy muy afortunada y que no tengo ninguna razón para quejarme. Pero si tuviera que pedir un deseo, pediría… ¡sólo un día libre! Así podría disfrutar un poco más de mi amor.