Energía Positiva

Estas pasadas Navidades, Mariah Carey ha vuelto a estar en el candelero. Y lo ha hecho mediante un disco de canciones apropiadas para la época, una obra que la mayoría de cantantes famosos suelen abordar una u otra vez a lo largo de sus carreras, un disco de villancicos. Pasado este tiempo de paz y amor, Mariah ha vuelto a su carrera, a su mundo lleno de vivencias, intensidad, armonía, luz y color. La mejor voz junto a Whitney Houston prepara en 1995 un nuevo álbum capaz de superar el éxito de Music box. Ése es su nuevo reto.

Super Pop Magazine
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Super Pop (ES) 1995. Text by Paula Ross.

Mariah Carey es menuda, frágil y aparentemente débil, pero los que la conocen saben de su fuerza interior, su carisma, su energía. A base de cantar y de perseverar, esa niña de infancia difícil, salida del ghetto, es hoy una diosa del pop y está casada con uno de los hombres más poderosos de Estados Unidos, Tommy Motola, amo y señor precisamente de la compañía discográfica que la vio nacer a la música. No es fácil hablar con ella sabiendo como se sabe que por detrás la protege un pez tan gordo, pero desde el momento en que la tienes delante, con su sonrisa y su ángel, una pierde los recelos. En el fondo sigue siendo aquella niña que quería cantar y que está llena de dulzuras. Hace cinco años empezó todo, con “Vision of love.” Hoy nadie le discute el cetro.

¿Es difícil mantener la independencia estando casada con el máximo responsable de la multinacional en la que graba?
No, no es difícil. Hay quien piensa que hago lo que quiero o que Tommy me lo consiente todo y no es así. Para un Tommy soy su esposa y para el otro, una artista a la que debe proteger, cuidar, pero también dirigir de forma profesional. No me siento favorecida en nada. Los discos no se venden por estar casada con tal o cual personal, sino porque llegan al público.

Se ha hablado mucho de que quieres tener un hijo. ¿Vas a por él o temes que eso afecte a tu carrera?
Soy joven, pero también quiero ser madre. Hay planes para todo y espero simplemente que se produzcan en su momento. Si de repente me quedara en estado… ¡estupendo!, grabaría antes mi nuevo LP y ya está. Si no es así, haré mi disco tranquilamente, lo apoyaré con una gira… Lo que está claro es que tener un hijo es una responsabilidad, y que ahora mismo no podría cuidarlo como quisiera, a no ser que renunciara a muchas cosas.

¿Y el cine?
Me han hablado de ello, pero no tengo tiempo de meterme en otra carrera profesional.

¿Es difícil salir de la miseria, llegar al n°1, y ver que las secuelas de la miseria aún perduran a tu alrededor?
Si lo dices por los recientes escándalos por parte de mi familia, mi hermana… bueno, son cosas que suceden en muchas familias y que en mi caso, debido al éxito, acaban siendo titulares en los medios de información. Me sabe mal que se hable de mi vida privada. La mayoría de las personas tienen un problema u otro, así que si se consuelan con los míos… pero es absurdo, porque cada cual debe aprender a luchar por lo suyo para salir adelante.

Te costó mucho salir de la miseria y eso debe dolerte mucho, ¿no?
Mucha gente no sale jamás de la miseria y aunque para mí aquellos días fueron espantosos y eternos, ahora me parecen lejanos. Sí, vendí posters y camisetas, fui camarera, estaba triste y desesperanzada porque lo que yo quería era cantar… pero a los veinte años aquello acabó. Eso me hizo fuerte y ahora respeto lo que tengo, lo valoro. Aquel primer LP de 1990 fue un punto final del pasado y el origen del presente.

Un disco en el que tú estabas presente como autora, cantante…
Es que es una obra muy personal. Quería ver, aprender, que nadie cambiara mis emociones y mis sentimientos.

En tus letras sueles hablar mucho de esos sentimientos y en especial de la soledad y de los sueños.
Los sentimientos son la base de la vida y como me sentía muy sola, salvo por mi madre, es lógico que refleje esas sensaciones en mis canciones. Los sueños estaban antes, cuando quería ser cantante, lo mismo que ahora, cuando pienso en todo lo que aún me queda por hacer. Soy una mujer muy soñadora.

¿Guardas rencor a alguien?
No, pero a veces me gusta “recordar,” tanto como olvidar.

¿Cómo valorarías estos cinco años de carrera?
Mi primer álbum fue fantástico, bueno, me refiero a lo que sucedió. Después hice el Unplugged, que me ayudó mucho a vencer el miedo del segundo disco, eso de “¿podré superar el primero?”, que es lo que mata a muchos artistas que pegan con su primer disco. Unplugged fue un mini-LP, funcionó, fue un éxito y tras él me consolidé con Emotions. Music box fue la obra de la madurez y el álbum de villancicos ha sido como un pequeño homenaje a muchas cosas. Creo que mis canciones están ahí y que poco más puedo decir yo.

¿Has podido mantener tus hobbies?
Sí, y aumentarlos, ya que me encanta montar a caballo. Pero les sigo siendo fiel a mis perros y a mis gatos.

¿Cuántos tienes?
Tres perros y dos gatos.

¿Sabes que en España Music box ha estado más de un año en el top-10 de ventas?
Sí, y me parece hermoso. Un país del que no sé demasiado y por el que me siento querida. Eso hace que tenga una deuda contraída para siempre. En España soy María, sin H.

¿Puedes hablar de tu próximo disco?
No — sonríe haciendo un gesto de pesar.

Es una chica feliz y se le nota, a pesar de los líos de familia. Canta, está enamorada y tiene por delante muchos años de paz, amor y música. Nosotros seguiremos escuchándola. Y queriéndola.